JUAN DOLHARE – DARKER

Juan Dolhare, Exposición Darker - MUNAR Galería de arte de Buenos Aires, Argentina. arte contemporáneo latinoamericano, arte latinoamericano, arte argentino,arte contemporáneo argentino, artistas argentinos,artistas latinoamericanos

JUAN DOLHARE – DARKER

Una pintura de Juan Dolhare sólo puede ser suya. Es una rareza hoy que un artista contemporáneo posea un estilo tan definido, idiosincrático e inconfundible, en el saturado campo de la pintura argentina. ¿Pero en qué radica su singularidad?

Primero está la luz. Objetos en un primer plano proyectan sombras tajantes sobre lo que aparenta ser un plano secundario. Parecen iluminados por un gran reflector de cine cuya potencia, paradójicamente, no alcanza para bañar a los demás. Una sombra difusa, como de nubes pasajeras, se proyecta sútilmente sobre algunos planos de color mientras otras figuras resplandecen por motus propio con un brillo de inquietante perfección metálica. La imposibilidad de identificar una fuente de luz fragmenta ante el ojo una escena de por sí fragmentada en la que conviven formas orgánicas e inorgánicas con diferentes geometrías y recursos gráficos como líneas independientes.

Destaca luego la impecable tersura de las superficies y la terminación acabada de las formas que se vuelven representaciones esquemáticas por efecto de la exactitud de sus contornos. Las pinceladas quirúrgicas de Juan se funden ocultando la mano que realiza este trabajo minucioso. El resultado que cabalga entre la estética del precisionismo o realismo cubista (un Charles Sheeler, por ejemplo), la pintura metafísica del surrealismo de un Roberto Aizenberg -o de los trompe d’oeil de Magritte- y las abstracciones de Georgia O’Keefe sobre los paisajes y la flora. Esta impronta moderna, sin embargo, no define la singularidad de una producción evidentemente contemporánea; los objetos modelados en el vacío, que brillan artificialmente, responden también a la estética del render, es decir, a la cultura visual de la era digital.

Juan emprende esta batalla poética a conciencia y desde el anacronismo de la pintura, con lo mejor de sus recursos expresivos. Nos ofrece un esfuerzo imaginativo, de sistematización, de formación de un lenguaje pictórico para el desconcierto. Su capacidad de esbozar la suspensión en la caída impacta sin necesidad de llegar al suelo.

Leandro Martínez Depietri

Quizás allí, en la posibilidad de ver como la máquina, encontramos un punto central en el extrañamiento que provoca la obra de Juan. ¿Quién organiza los mundos internos de estas pinturas? La levitación de los objetos en el éter, la inmovilidad reiterativa de las formas orgánicas, la ausencia de perspectiva, el filo de los objetos y de las sombras, la soledad descontextualizada de las rocas, las agujas (o espinas), los árboles secos (o las ramas extirpadas) apuntan a una mirada que busca situarse en otra forma de inteligencia. Los organismos de apariencia primigenia, larvaria, o la piña como semilla -germen de la vida- que aparece casi sacralizada parecen apuntar a un origen. ¿Es una máquina que sueña con el origen del universo? ¿O con un futuro post-humano? Tal vez, esto sea ir demasiado lejos para una obra tan sintética. Podemos pensarla, más bien, como una extraña memoria del tiempo presente, del abismo cotidiano de nuestra sociedad sin fundamentos.

Escribe Hito Steyerl en su ensayo “En caída libre” acerca de la ausencia de bases para nuestras “vidas sociales o aspiraciones filosóficas”. Determina a nuestro presente como el de una humanidad en caída libre. Su descripción de lo que esto implica para la sensibilidad bien podría describir la obra de Juan: dejamos de saber qué está arriba y qué abajo, qué viene antes y qué después, se altera el equilibrio, el horizonte se pierde en líneas partidas. “Al caer, las personas podrían sentirse como cosas mientras que las cosas podrían sentirse como personas.” Esta voluntad por romper con las anteojeras de la subjetividad humana irradia desde el centro de la producción pictórica de Juan, quien ve en la caída una oportunidad para un cambio radical de la percepción.

Hablo de voluntad en su trabajo porque no podemos pensar a la pintura aislada, por fuera de la serie en la que se observa el eterno retorno del problema. La producción secuencial caracteriza su trabajo porque la lucha por romper plenamente con las barreras perceptivas de la subjetividad humana es siempre una batalla perdida de antemano. Es así como regresan, una y otra vez, composiciones, colores y símbolos idénticos o similares en un intento por ver y fijar lo imposible en el imaginario. Juan emprende esta batalla poética a conciencia y desde el anacronismo de la pintura, con lo mejor de sus recursos expresivos. Nos ofrece un esfuerzo imaginativo, de sistematización, de formación de un lenguaje pictórico para el desconcierto. Su capacidad de esbozar la suspensión en la caída impacta sin necesidad de llegar al suelo.

Leandro Martínez Depietri

Juan Dolhare, Exposición Darker - MUNAR Galería de arte de Buenos Aires, Argentina.
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Exposición: Darker

Artista: JUAN DOLHARE

Lugar: MUNAR

Av. Pedro de Mendoza 1555. La Boca. / Buenos Aires, Argentina

JUAN DOLHARE

1978, Buenos Aires. Licenciado en Artes Visuales.

Tras abandonar abogacía y un breve paso por la E.N.B.A. “Prilidiano Pueyrredon”, en 2005 se convierte en el primer egresado de la historia del Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA).

Desde 2007 es docente en el IUNA y participa en premios y salones nacionales: Salón Manuel Belgrano, Banco Provincia, Banco Central, Quinquela Martin, Fernán Félix de Amador, Premio UADE.

En 2013, gana una Mención Adquisición en el Salón Nacional de Pintura del Banco Central de la Republica Argentina, y su obra pasa a ser parte de la colección del museo de dicha institución.

Desde 2007 participa en muestras individuales y colectivas en Argentina y en Estados Unidos.

En 2015 realiza «El Mecanismo Inútil», muestra individual de sus últimos trabajos en el Centro Cultural Recoleta de la ciudad de Buenos Aires.

Acerca de la Obra

El objeto incompleto, el mecanismo inútil. Todo puede estar a la deriva, todo puede ser una pregunta.

Me muevo en el campo del dibujo y la pintura. Trabajo en sistema de imágenes pausadas que se pregunta por el porqué de lo sagrado. Un espacio ambiguo en una temporalidad difusa. Vaciar el sentido y abandonar la naturaleza de las cosas.

Todo lo que queda se desmiente a sí mismo frente al plano de color, la bruma y la línea geométrica.

WEB DEL ARTISTA: https://www.juan-dolhare.com/

MUNAR

Munar está situado en el barrio de La Boca (Distrito de las Artes), en lo que queda de una vieja cantina a orillas del riachuelo.

Dirigida por Diego y Florencia Benzacar, quienes buscan promover y difundir un lugar de encuentro en el que confluyen recursos materiales y humanos con el objetivo de favorecer las capacidades de transformación y de creación de las personas.

Entienden que la historia puede ser concebida, alterada, intensificada, modificada y documentada; es por eso que Munar se propone como un espacio en el que lo político, lo artístico, lo educativo, lo cultural y lo contemporáneo toman vida en conjunto.

En el espacio se busca potenciar el enriquecimiento de la creatividad y el talento de todos los actores.

Los orígenes de MUNAR se remontan a 1989, donde tuvo sus comienzos en el subsuelo de Florida 1000, en la Galería de arte Ruth Benzacar.

En sus inicios fue dirigida por Ariel Benzacar quien tenía como objeto promover el vínculo del arte contemporáneo como nutriente del diseño industrial.

Por este espacio transitaron un amplio grupo de arquitectos, artistas, economistas e industriales todos ellos orientados a promover el diseño actual local.

Dentro de las actividades realizadas por Munar cabe destacar la muestra realizada en conjunto con Aluar, buscando impulsar la industria local diseñando y produciendo objetos de vanguardia con aluminio.

Munar cuenta en su primer piso con un gran taller destinado a nueve artistas.

El espacio está pensado para que tres de los nueve artistas puedan vivir en él.

Los artistas pueden disponer durante un año de este gran taller colectivo sin restricciones horarias ni imposiciones de concurrencia obligatoria para crear libremente sus obras.

Carlos Herrera, Director Artístico de MUNAR (artista y gestor independiente) es quien coordinará el desarrollo de actividades de estos talleres.

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